Los problemas pueden pasar, lo importante es que haya alguien que los solucione
Soy directivo de una empresa y fui trasladado de Bilbao a Valencia durante una temporada.
Al no quererme apuntar a un gimnasio en mi nuevo destino, decidí que la mejor manera de continuar trabajando mi estado físico era la de comprar online una cinta de correr, para ser entregada en mi nuevo domicilio. Por un error mío, la cinta se entregó en Bilbao y no en Valencia.
Sin saber cómo resolver la situación y teniendo en cuenta el tamaño del objeto, me dirigí a un Centro MBE en Bilbao, con el que ya había trabajado anteriormente para enviar paquetes pequeños, para que gestionaran el envío de la cinta de correr desde mi piso de Bilbao hasta mi nuevo domicilio en Valencia.
La cinta fue recogida, embalada cuidadosamente con materiales específicos, y finalmente enviada mediante el Courier más conveniente a Valencia.